
Me entero a través de un artículo en Linux-Mag que se prepara una nueva distribución oficial de Ubuntu con un escritorio alternativo: Lubuntu.
En el artículo tratan de dar respuesta a la pregunta que muchos se harán: ¿realmente necesitamos otra distribución? Pero creo que a lo largo de la primera parte del artículo demuestran que la respuesta es afirmativa.
Una de las ventajas de Linux sobre Windows que siempre se citan en los debates es que permite aprovechar mejor la máquina sobre la que se ejecuta. El hecho de poder ajustarlo a nuestras necesidades hacen que no debamos cambiar de equipo con cada nueva versión, a diferencia de lo que pasa -casi siempre- con Windows. El corolario de este planteamiento es que linux permite dar una segunda vida a equipos que, desde una óptica windows, serían objeto de desguace. Pero esto sólo es así de forma aproximada: es cierto que se puede ejecutar Linux sobre máquinas con recursos limitados, pero eso requiere un tunning que la mayoría de usuarios no sabemos -ni estamos dispuestos- a llevar a cabo. Como usuario, lo que quiero es descargar una distribución e instalar lo que necesito, de manera que me pueda poner a hacer aquello que quiero, sea trabajar o chatear con los amigos. Quizás el enfoque hacia este usuario de a pie, que ve el ordenador como una herramienta para hacer algo, y no un fin en sí mismo, es lo que le ha permitido a Ubuntu ganar la enorme popularidad de la que disfruta esta distribución.
Pero, a diferencia de otras distribuciones, Ubuntu no permite elegir el entorno de escritorio que se instala. Gracias a una de las libertades en las que se basa el open source, un grupo de usuarios se puso manos a la obra para conseguir dotar a su distribución favorita de su escritorio favorito (pero manteniendo la compatibilidad en el resto). Así nacieron Kubuntu y Xubuntu, por ejemplo, integrandro KDE y XFCE respectivamente como alternativa a GNOME.
Estos entornos de escritorio realizan la metáfora del escritorio de maneras ligeramente distintas, pero siempre a cambio de un gran uso de recursos (sobretodo memoria) que los equipos viejos no tienen... De los tres entornos citados, XFCE es el más ligero a priori... Pero como se comenta en el artículo de Linux-Mag, los requerimientos mínimos en Xubuntu no son tan bajos como se podría esperar.
Por ello, los usuarios de equipos con características limitadas, quedaban cada vez más fuera de la comunidad de usuarios de Ubuntu, por lo que parece que ha sido el propio fundador de Ubuntu quien ha buscado una solución. Y esa solución pretende ser, Lubuntu: Ubuntu + LXDE.
En los test que se han realizado desde Linux-Mag, los resultados son claros: Lubuntu utiliza, por lo general, entre una tercera parte y la mitad de los recursos que utiliza la distro oficial, Ubuntu (o la más ligera, Xubuntu). Me ha sorprendido que, en realidad, Xubuntu utulizara más memoria que Ubuntu, cuando precismente ésta sería la distribución basada en el entorno de escritorio más ligero...
En el artículo se comenta que Lubuntu no aporta demasiado, excepto que es una combinación ágil con un consumo de recursos mucho menor. La receta para construirte tu propio Lubuntu es sencilla:
- Descargar Ubuntu Alternate CD.
- Realizar una instalación en modo texto
- Instalar el entorno de escritorio LXDE
Espero que esta nueva distribución permita recuperar tantos otros equipos viejos y darles una nueva vida.
Comentarios
La versión definitiva está prevista para el 29 de Abril, pero si no puedes esperar, en esta otra entrada explico cómo monté el equipo: Sistema Básico con Ubuntu y LXDE.
Así, en dos palabras, eliges la instalación de línea de comandos del CD de instalación. Esto instala un sistema muy mínimo. Después añades LXDE mediante: sudo apt-get install xorg lxde.
A partir de aquí, es cuestión de ir añadiendo tus aplicaciones favoritas.
Espero que te ayude!!
Un saludo,
Self